Bodega : Clos Lentiscus
Papel en la bodega : Aprendiz, de las viñas a la botella
Región : Sant Pere de Ribes, Cataluña
Tamaño viñedo : 20ha + 25ha de bosque
Tipo de viticultura : vino natural, biodinámico
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Yo de mayor seré… Cuantas preguntas, dudas y dilemas tienen por origen esta frase que, sin embargo, es tan representativa de nuestra generación. Antes no elegías, o al menos, “serás, como tu madre/padre”. Ahora, el elegir se ha convertido en una reivindicación, el derecho a elegir, la libertad. En contraposición con las generaciones pasadas, sentimos la necesidad de elegir carreras distintas para hacer nuestro propio camino y no seguir con el legado familiar.
Sin embargo, a veces, te enamoras de la profesión de uno de tus padres y te planteas si seguir o no el mismo camino. Presa de un dilema, empiezan entonces las comeduras de cabeza. Te atormenta la duda de si tu elección en realidad no fuese tuya.
Nuria es la hija de Manel Avinyó aka “Bubble man”, artista de las burbujas del Penedés que apostó por el vino natural cuando aún se valoraban únicamente los vinos de etiquetas con nombres de grandes bodegas. Sus vinos se encuentran en el mundo entero, en bares selectos de capitales, que defienden el vino natural y el trabajo del vigneron (viticultor que vinifica sus viñas y vende su vino).
En el Clos Lentiscus, Nuria siempre había vivido rodeada de viñas, en un Mas donde su padre vinificaba; el vino era su cotidiano.
Con tal legado, y tal maestro de padre, Nuria, que siempre se había sentido atraída por el vino, cuando tuvo que elegir lo que haría con su vida, tuvo miedo de que al final este mundo no le gustase tanto. Para no cerrarse puertas, decidió estudiar comunicación y publicidad.
Cada vez que podía, volvía a casa para echarle un mano a su padre.
Tenía que poner a prueba su pasión. Así que decidió hacer un parón en tercer año de carrera para meterse en el papel de vigneronne. Se fue a ferias con o sin su padre, acompañó a su distribuidor, pero, sobre todo, conoció a maestros del vino natural, curtidos por el vino y con las manos llenas de callos. Aprendió también a conocer un poco más esta comunidad, la de los vinos naturales, de vignerons que crecen juntos compartiendo.
Volvió a la escuela, pero ya con la mente enfocada al vino. Para su trabajo final de carrera, decidió crear las “Nurias”, de A-Z. Manel, como buen maestro le ayudó, pero sobre todo le dejó su voz, le dejó ser “viñautora”. Con las Nurias, quería dar su visión de los “ancestrales”, estas variedades de uvas típicas de la zona, pero también elaborar algo divertido y fácil de beber. Como las burbujas tenían su historia en casa, las Nurias también serían burbujeantes, “PetNat” (petillant naturel) pero con una sola fermentación en vez de dos por falta de tiempo.
Cuando se planteó su proyecto, también decidió que el proceso debería de permitirle ser totalmente autónoma y se haría entonces en un formato manejable, las damajuanas. Las Nurias gustaron más de lo esperado.
Nuria, ya segura de su elección, siguió con un máster, enfocado al vino. Este año es complicado, está liada con los trabajos y no está en el Mas todo lo que le gustaría.
Pero sabe que luego, vendrá el verano. Estará junta a todo el equipo, que es como una familia y parte del Clos Lentiscus. Pondrán música porque la música es importante, crea una buena dinámica grupo, crea una buena dinámica en general. Para Nuria, el súmmum del maridaje es cuando además del vino y la gastronomía, se piensa también en la música.
Luego, vendrá la vendimia, muy bucólica, pero sobre todo muy dura. Es un momento apoteósico que viven todos juntos, unidos, recogiendo el fruto de su labor. Extenuados pero contentos, irán al restaurante la Zorra, los revolucionarios de la paella, a compartir una paella de calamar y zamburiñas. Brindarán para la nueva añada con una copa de Gentlemant Malvasía de Sitges, una variedad de uva muy mediterránea que casi despareció por no ser de las variedades internacionales (variedades de uvas, mayormente de origen francesa, que se plantaron masivamente en el mundo entero : Cabernet Sauvignon, Merlot, Sauvignon Blanc, Chardonnay, …). Bajarán luego a la playa, a darse un baño en el mar “Azzurro, Il pomeriggio è troppo azzurro, e lungo per me..” podría sonar, porque Paolo Conte como la Malvasía de Sitges tiene el Mediterráneo en la piel.
Sin embargo, lo más seguro es que acaben cantando :
“Whoa! I feel good, I knew that I would, now
I feel good, I knew that I would, now
So good, so good, I got you Whoa! I feel nice, like sugar and spice
I feel nice, like sugar and spice
So nice, so nice, I got you”
Mucho más Funky, como Nuria, con ganas de comerse el mundo y hacer lo que más desea su padre, ser feliz.
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